Actualmente estoy pasando por momentos difíciles (como en muchos periodos de mi vida y como todos) pero quizás este periodo sea el más difícil a vencer. Al mismo tiempo que comenzó este periodo difícil conocí a una muchacha que desde el mismo instante en que la vi me gustó tanto, tanto. Ese instante en que nos miramos parece que hubiera durado mucho tiempo. Pero no fue ni un segundo. Fue una de esas miradas que, aunque sólo nos miramos directo a los ojos, parece que hubiera auscultado todo mi cuerpo dándole un tremendo remezón a cada rincón de mi cuerpo.
Lo hermoso es que la soñé después. Nunca había soñado con la mujer que me gustaba. Ni siquiera soñé con la mujer que hace tiempo tuve una relación. Al despertar del sueño, me puse muy contento.
En mi sueño, ella está (un tanto borrosa) en medio de una tormenta de gente, de cosas, de colores, de bullicio. Sólo la veo a ella, aunque borrosa sé que es ella. Este hecho produce efectos en la realidad, los problemas que tengo se hacen pequeños, las enfrento con optimismo, con alegría, y todo el día pienso en ella al mismo tiempo de cómo enfrentar la vida. Es como si el hecho de soñarla me dopara, me adormeciera para no sentir los golpes fuertes de la vida.
Después de dos días, me parece, la volví a soñar, esta vez su rostro era más claro. La veía hermosa como en la realidad. Pero siempre en medio de una tormenta de cosas, de desorden, de preocupaciones, de viento desenfrenado, etc. Al tratar de interpretar esto, me digo que es mi inconsciente que, ante los problemas, busca algo de que aferrarse, algo que lo tranquilice, que lo llene de paz y encuentra su imagen (la de la muchacha que me gusta) y se prende de ésta.
Después de dos días, la soñé en repetidas ocasiones durante una sólo noche. Digamos que sufrí un ataque de su imagen. Pero esta vez ésta era aún mucho más clara y el ambiente era normal, sin ningún caos. Ella me miraba en medio de la gente directo a los ojos. Entonces desperté un poco saturado de ella, hastiado, como cansado de haberla soñado. Y me dije que esto no debe continuar... me preguntaba por qué la había soñado tanto! Minutos después, prendí el ordenador y me enteré o recibí una noticia muy preocupante pero que gracias al sueño, la preocupación no me afecto tanto y me mantiene con la cabeza fría para enfrentar estas dificultades. Es como si a mayor grado de dificultad en la vida, mayor es la frecuencia en que la sueño. Es como una especie de amortiguador, un paracaídas.
Me siento feliz cuando la sueño. Durante mi vida me gustaron muchas muchachas pero es la primera vez que sueño a una que me gusta y en tal contexto. En estos momentos, el sólo hecho de verla y soñarla me dan fuerzas y ánimos para seguir adelante. La veo a menudo en la vida real, intercambiamos miradas, me sonríe y yo también, le asiento la cabeza como señal de... no sé qué, de saludo, de respeto. Pero no puedo acercarme a ella porque simplemente no puedo, y lo que hago es mirarla, saludarla, sonreírle amablemente, y rápidamente alejarme, igual que ella, exactamente lo mismo que ella hace conmigo (tal vez es sólo mi idea). Pero ella lo hace porque es así con todos los colegas de estudio.
Por lo que veo, como la escucho hablar, por su comportamiento, me parece que es una mujer muy reservada, pero al mismo tiempo brillante, educada, bella, elegante. Yo sé que para merecerse una mujer así hay que ser un hombre íntegro, yo no lo soy... Por eso, hasta me he puesto a escribir los síntomas de un enamorado (ella es mi colega de estudios en la universidad) con el sólo objetivo de escribir, porque ninguna esperanza tengo, ni siquiera me lo imagino, así que me pongo a escribir lo que siento por ella, lo que causa en mi su profunda, silenciosa y eterna mirada de un segundo cada vez que nos chocamos en el pasillo, en la clase o en el bus.
De todas maneras ella se irá a cualquier parte del mundo y yo también. Sólo estaremos seis meses compartiendo el salón de clases, después cada estudiante se va siguiendo su camino. Somos estudiantes de maestría de alguna universidad de Francia, ella es de una nacionalidad diferente a la mía (no es francesa) y yo soy de muy lejos tanto de su país como de Francia.
Cuando hago mis cosas, cuando repaso los libros, me pregunto como haciéndome una broma ‘¿y si le gustas a ella también?' Y me echo a reír porque no tengo respuesta a eso, es sólo un decir...
Pero al menos esto ya es bueno: soñar a la mujer que te gusta realmente y que este hecho te haga una persona mejor, con optimismo y fuerza ante la vida. ¡Al menos eso ya es bastante!