Me rodeaba la más absoluta de las oscuridades y de los silencios. Gritaba desesperada buscando una respuesta pero solo me respondía mi propio eco. Decido caminar para buscar una salida pero ando sin saber por dónde piso, más bien por inercia. De pronto, al final de la oscuridad, encuentro algo de claridad, corro ansiosa por alcanzar aquella escasa luz cuando frente a mi encuentro un enorme avismo que da paso a más oscuridad y calma... Me detengo breves segundos y por alguna extraña razón comienzo a atravesar el avismo por medio de una barra fina de hierro, haciendo quilibrio sobre ella. Cuando he conseguido atravesar la mitad la poca luz que me guiaba desaparece por completo y me agacho para no caerme, en ese mismo instante el silencio se ve interrumpido por un sonido ligero, decido prestar algo de atención para comprobar que es lo que se escucha, es el sonido de unas gotas cayendo sobre una superficie sólida. Decido no hacerle caso al extraño ruido e intento ponerme en pie y continuar caminando a pesar de no ver nada, es entonces cuando algo realmente escalofriante me recorre el cuerpo, otro sonido, un niño llorando, se le oye lejano puesto que es su eco el que escucho entonces por alguna extraña razón me veo en la obligación de encontrar al niño y ayudarlo. Comienzo a caminar en la oscuridad intentando mantener el equilibrio y mientras le pregunto al niño que dónde se encuentra pero nadie contesta. El niño continúa llorando cada vez más fuerte pero débil y las gotas golpean con violencia mis timpanos haciendo sentirme mareada y confundida. Entonces consigo vislumbrar algo, parece ser el final del avismo, acelero el paso atenta para no caerme. Falta poco, ya casi puedo rozar con la yema de mis dedos el final de aquel espantoso lugar pero algo llama nuevamente mi atención, una brisa congelada roza mi mejilla, decido girarme y observo espantada una silueta pálida flotando sobre la oscuridad. Sin darme cuenta contemplo que la silueta esta ascendiendo alejandose a gran velocidad de mi, respiro aliviada cuando me doy cuenta de que la que se está alejando soy yo, he caido al avismo.