Hace tiempo, he tenido un sueño bastante largo. Este se divide en dos partes.

PARTE 1
(Yo no podía ser verme a mi misma, solo podía ver la pantalla)
Comenzó con una habitación oscura, donde la única luz que se veía era la de mi computadora, tenía el facebook abierto, y estaba conversando con mi prima y con un amigo allí. Pero comenzaron a mandarme más y más mensajes, sonaba a cada rato, y no podía detenerlo. Mi amigo también quería decirme algo por menssenger, así que estaba iniciando sesión para ver que era, pero los mensajes no paraban. A cada segundo me llegaba uno nuevo, y ni siquiera los leía. Quería cerrar el facebook, y cuando abrí las opciones para poner 'salir' encontré fotos de ¿****s? y un comentario de una chica preguntándome si era travesti (Que conste que soy mujer y no soy nada parecido...) Ahí fue cuando me apresuré a cerrarlo.
Pero el problema volvió cuando me dí cuenta de que al cerrarlo, con cada mensaje nuevo se volvía a abrir. Entonces me desesperé. Deseé que por fin todo se cerrara, así que me encargué de ir volviendo a cerrar la pestaña, pero se abría y se abría, hasta que ya no pude más y me empecé a sentir muy impotente. Encontré mi consuelo en la 'pestaña nueva', cerca de los íconos que me transportaron a un juzgado, donde aparecían las miniaturas de los logos de internet, siendo el juez youtube.
Entonces quise que me ayudaran y crearan un juicio para que estos mensajes se detuvieran, Youtube me escuchó y dijo que así sería. Me quedé a dormir en la casa del juzgado.
Era amplia, todo el piso era ajedrezado y las paredes blancas, estaba oscuro ya que era de noche y todas las luces estaban apagadas. Caminando me dirigí a una puerta muy lejos de la habitación del juzgado (Eran aproximadamente 4 habitaciones divididas por un largo espacio antes de la puerta continua, la última era la del juzgado y luego había todo un espacio enorme donde estaban 'sillas' algo así parecidas a las de una iglesia, a la que me dirijo es a la última) vi una escena extraña.
Había una sirvienta, vestida con el típico uniforme negro, su delantal y su 'vincha' con volados. Junto a ella habían otras dos personas, la sirvienta era un icono también, pero los otros no, eran una mujer y un hombre usando una remera negra, pantalones cortos y negros, y un delantal encima. Rápidamente me dí cuenta de que ellos eran impostores. La sirvienta, que veía limpiar a la mujer que estaba junto a ella, le dijo 'Gracias por ayudarme a limpiar'. Entonces, de la nada, la mujer la apuñaló.
Supe lo que sucedía, me asusté mucho, y me dí cuenta de que esa mujer vendría a por mi. Salí corriendo a toda velocidad sin mirar atrás. Pasé las 4 habitaciones, pero me arrepentí, dandome cuenta que esa era la habitación de la asesina, y me puse en la ante ultima, el dormitorio del juez (Youtube).
De pronto ella no me perseguía, yo estaba recostada y cubriéndome la cabeza con las manos, junto a mi una cama de una plaza, y el suelo semi inundado unos centímetros. Escuché que ella estaba junto al juez en la habitación continua (el juzgado) y ella le dice que si yo hubiese escogido la última habitación, me hubiese asesinado. El juez luego apareció en la puerta, y me felicitó por mi decisión, entonces me dijo que durmiera.
Cerré los ojos aún hecha 'bolita' en el piso.

PARTE 2
(Aclararé aquí que yo no tengo hermanos, mis padres han sido siempre mis padres biológicos, mi padre no es empresario, jamás se ha vuelto a casar)
Al dormir desperté en un sitio extraño, era un salón enorme, con pisos de cerámica blancos, las paredes blancas también. Se celebraba el cumpleaños de mi hermanastra, una chica muy diferente a mi, rubia, de ojos claros, aunque compartíamos la piel pálida, yo sentí que era incluso más hermosa que yo.
El problema es que ella me odiaba, y también lo hacía mi madrastra, luego de que mi padre verdadero muriera (un empresario que a lo largo de su vida había tenido muchas esposas) me llevaron a vivir con mi madrastra y su hija (que conste su hija era de mi misma edad, y no era hija de mi padre sino de un matrimonio anterior de mi madrastra) podía sentir el odio allí.
Habían un montón de familiares, ninguno que yo conociera, y todos me odiaban y veían con desprecio. Yo me sentía triste, y para colmo debía festejar el cumpleaños de la niña más hermosa y más querida del mundo, o del salón, al menos.
Sintiéndome sin fuerzas, me enfurecí con todo el mundo, no podía aceptar ser tratada como basura frente a todos, por lo tanto tomé una rebanada del pastel sin cortar, cubierto de crema blanca, con las velas de 12 años e intacto, y se lo restregué en la cara a mi hermanastra.
Mi hermano se enfureció (en realidad era hermano de mi hermanastra, pero lo sentí como un 'hermano' por alguna razón extraña) me tomó del brazo y me dijo que por lo que había hecho, teníamos que comprar otro pastel para ella, extrañamente tomé un sobre con dinero de la tía de mi hermanastra y me lo guardé, tenía una idea.
La pastelería estaba en el mismo lugar que el salón, una señora rellenita y con buena cara ofrecía los más deliciosos pasteles que había visto. Mi hermano sacaba monedas, pero cada vez que lo hacía, yo lo empujaba para que las tire al piso, y así recogerlas.
Finalmente se dio por vencido y me dijo que lo comprase yo. Con todas las monedas que tenía, me las guardé y calculé que aún necesitaba un poco más, antes de salir, tomé la billetera del barman, que había dejado desprevenida encima de la mesa.
Huí como nunca lo había hecho, con el dinero en el bolsillo grande de mi buzo de delgada tela. Escapé con ansias de cambiar mi vida, escapé en busca de libertad.
Al llegar a la calle corría sin detenerme, junto a mi veía colectivos, muchos colectivos, todos con un destino marcado arriba. Lo extraño era que estos marcaban países, Estados Unidos, España...
Sealand.
Decidí que quería subirme al colectivo de Sealand, y viajar a conocer ese país. Ilusiones crecían en mi, así que decidí que con el dinero empezaría una nueva vida y conseguiría un trabajo. Lo pasé de largo por accidente, junto a mi dos personas corrían a toda velocidad y me sobrepasaron por mucho, mi paso era lento y débil comparado al de ellos, al darme vuelta vi al barman, un hombre enano que me seguía reclamando su billetera. Tenía que huir.
Corrí, y cuando casi me alcanzaba, una mujer vino a salvarme, era la que acompañaba al conductor con viaje a Sealand, y me dijo que necesitaba ayuda. Entonces accedí y la compañé, el barman quería quejarse pero ella lo detuvo. 'Me salvó...' pensé.
Subí un escalón del colectivo y le pregunté qué necesitaba. Ella dijo que quería que le ayudase a subir a un perro, lo miré y por un momento pude ver a una persona casi transparente, como un fantasma, que parecía ser su verdadera alma. Un hombre alto y bien parecido. Luego volví a verlo como un perro y lo tomé con ambas manos para subirlo. Al parecer nadie podía, pero yo lo hice con mucha facilidad, como si fuese el trabajo más fácil del mundo. Gracias a lo que hice, no tuve que pagar boleto.
Al estarlo subiendo, el barman revisó mis bolsillos y me quitó su billetera. Entonces me desesperé, dandome cuenta de que con el dinero que ahora tenía (200 pesos, 1000 pesos eran el fondo de su billetera) no podría conseguir un departamento. ¿¡Quien consigue un departamento con 200 pesos!? ¿Como comería, como viviría, como encontraría trabajo? Todo parecía haberse salido de mis manos. Ya no tenía planes, ya no tenía futuro en Sealand.
Así, subí los escalones y la puerta corrediza se cerró detrás de mi, la mujer le indicó al conductor que era hora de irse. Y mientras él ponía en marcha el colectivo, yo volví a ver al perro, que yacía frágil frente a mi, y pude ver una vez más su forma humana, que me sonreía.
Luego de eso, desperté.

Agradecería sus respuestas, ya que este sueño aún me mantiene en duda. De antemano agradezco al que lea esto, aunque no pueda ayudarme.