En mi sueño salía una luna nueva visible y de color anaranjado. Me coloqué a la entrada de mi casa de campo para contemplarla mejor y, de repente parpadeaba una nueva luz, como si fuera otra luna, de color más pálido y más brillante y esta estaba llena y que se movía con más rapidez. En el sueño me pude subir encima de las puertas de la entrada y tenía de repente un equilibrio increíble y sólo podía ver la luna llena que ya no parpadeaba.
Cuando ya se ponía me bajé de la entrada y sentí un gran entusiasmo. De repente apareció un anciano en mi puerta y yo me sentía contentísima de hablar con él. Parecía un sabio y sé que compartía mis conocimientos vitales con él y me daba razón completando con su experiencia de vida de la cual no dudaría.
Lo curioso es que ya me había aparecido en un sueño la luna nueva visible, grande y roja y yo me sentaba en el muelle de un lago rodeada de plantas multicolores. Y soné también que habían dos lunas, una llena y luminosa y luego, desde la ventana de una casa en lo alto de unas rocas un amanecer único junto a un mar agitado.
De lo que leí en el diccionario, puedo concluir que de verdad voy a emprender mi propio camino escuchando aún más a los más sabios e intentando transmitir mensajes positivos sobre nuestras almas, hoy, reprimidas por la modernidad que nos enseña que no podemos hacer muchas cosas cuando, en verdad el ser humano llega a ser impresionante si entrena su mente, su cuerpo y su espíritu.