En este sueño me veo parado al frente de una especie de taquilla para comprar boletos; puede ser de un cinema o de un espectáculo. Sin embargo no entro porque me doy cuenta que tengo que llegar al aeropuerto para tomar un vuelo y no tengo mucho tiempo. Una persona parada junto a mi y que creo que es un amigo, me dice que la mejor y más rápida forma de llegar es tomar un autobús que pasa justo al lado. Yo que estoy vestido con traje, pero sin corbata, dudo un momento entre el autobús o un taxi. Cuando salgo para ver que pasa primero veo el paradero del autobús justo en frente de mi y una multitud considerable esperándolo. Cuando llega el autobús, veo que es un tanto viejo, pero esta casi vacío. La gente se arremolina para subirse y una señora me dice que es más fácil subir por el otro lado. Camino detrás de ella y efectivamente subo muy rápido y entre los primeros. Pago mi pasaje con algunos billetes y monedas, dudo si está completo el valor del tíquete, pero no me detengo a recontar el dinero sino que busco una silla para sentarme en el medio del autobús. cuando me siento, cojo con mis manos los bolsillos de mi chaqueta para evitar que se me caiga la billetera, porque me doy cuenta que la tengo en un bolsillo lateral. Entonces el conductor se da cuenta que alguien no le pago el pasaje o le dio el dinero incompleto y comienza a indagar a cada uno de los pasajeros. A algunos les pide la billetera para revisarla. Cuando pide la mia, la toma y se aleja. Yo lo detengo y le digo que tiene que mirarla en frente mio. Lo hace y solo se fija en las fotos que tengo de mi familia. Me devuelve la billetera y se va sonriente. Cuando el autobús arranca me doy cuenta que ya es de noche. Llegamos a un semaforo en un cruce de calles que reconozco de mi infancia. No se puede pasar porque hay una manifestación violenta. La gente lleva las caras tapadas con pañuelos y llevan antorchas, garrotes, palos. Hay fuego. En ese momento veo a mi esposa parada al lado del semáforo e intentando avanzar por donde esta pasando la turba. Yo se que esta afanada por llegar a un sitio donde hace estudios. Yo hablo con ella como mentalmente y le digo que se devuelva, que es muy peligroso. Ella no me hace caso e insiste en tomar esa ruta. El autobús finalmente arranca y pasa a un lado de los manifestantes quienes empiezan a lanzar piedras y palos contra el bus. Veo y siento como se rompen las ventanas. Trozo de vidrio me golpean la cara. Siento el olor de las llamas y su calor. La boca me sabe a tierra seca. El bus se tambalea y finalmente se estrella, se vuelca y rueda por la calle. Todo me da vueltas y siento heridas en el cuerpo. Cuando todo se detiene, estoy tumbado boca arriba entre los escombros del autobús. Estoy ensangrentado, pero me puedo levantar. Siento debilidad y dolor en muchas partes. Me da miedo. Muchos manifestantes vienen corriendo hacia el autobús. De una esquina sale caminando mi esposa. Viene hacia mi y con la mirada le digo que me ayude a levantar. Estoy herido. Su presencia me calma, pero el miedo general me hace despertar.