Una vez soñé que estaba en una plaza con mis padres y uns amigas y vimos una especie de mansión (no lo recuerdo), el caso es que que era algo que a mis amigas y a mí nos llamó la atención ya que era un edificio muy antiguo y decidimos entrar. Recurdo que era una casa enorme y oscura, lospasillos eran largos (donde no se veía el final) y estaba a rebosar de puertas. Parecía un edificio romano en cuanto a las ventanas, ya que no había apenas y en todo el sueño solo ví una en medio de un pasillo de la planta superior, y aún así, la ventana era enana y si me asomaba por ella tenía la misma estatura que mi cabeza. Estaba con mis amigas cuado me asomé a la mini-ventana y vi a mis padres en la plaza a bastante distancia (lo cual quería decir que la ventana en la cual me asomaba estaba bastante alta. Me dijeron que no tardara y entonces contesté que bajaba en ese mimo instante, pero al darme la vuelta mis amigas ya no estaban y me encontraba sola entre la oscuridad. La angustia sefue posando sobre mi cuerpo y comencé a buscar a tientas a mis amigas, crucé por un montón de pasillos, todos me parecían iguales pero lo malo es que me estaba alejando de la salida sin quererlo y decidí buscar una lámpara para caminar con más claridad por los pasillos. Pronto descubrí un pequeño armario de clor (al parecer) gris, y sin saber por qué, decidí abrirlo. Una vez abierto me encontre con una linterna al rededor de centenares de cabezas liliputienses que hablaban y me miraban con cara de asesinos. Después de lanzar un grito cogí la linterna y una vez encendida, salí corriendo. Escuché que las voces me seguían diciendo:¡Eh tú devuelveme la linterna! y pensé que aquellas cabecitas me seguían (aunque no sécomo ya que no tienen piernas). De modo que para librarme de ellas me metí en la primera puerta que pillé y me encontré en un baño, donde curiosamene estaban mis otras amigas, a quienes conté que unas cabecitas locas me perseguían. Y como por arte de magia salimos al pasillo y nos econtramos con una persona a la que preguntamos dónde estaba la salida. Éste nos contestó. Y la salida no era más que por unas escaleras eléctricas que bajaban hasta una especie de recepción de aeropuerto por donde ya se salía a la calle.